

Mientras tanto, investigan tres desapariciones, posiblemente asesinatos:
- El albino, Casimiro Huarcaya. No queda claro si lo mató Asunta, guerrillera del Sendero, que fue en unas fiestas embarazada y despreciada por él, o si lo mató algún brujo.
Al final se desvelará que fue esto último.
- El mudito, Pedrito Tinoco, ayudante de los guardias civiles, cuidador de las vicuñas del parque nacional, torturado por el teniente Pancorvo, luego desaparecido.
- El alcalde de Andamarca, Demetrio Chanca, cuyo verdadero nombre era Medardo Llantac, que se salvó de la matanza y luego desapareció.
A la vez, van aconteciendo los golpes o actividades del Sendero, que son los principales sospechosos de las desapariciones para los guardias civiles, aunque saben que cualquier acción contra ellos sería inútil, porque son muchos y van armados:
- secuestro de los turistas franceses, paliza y asesinato de ambos;
- matanza de las vicuñas de la reserva, aprovechándose de Pedrito Tinoco, que neciamente les facilita el acceso;
- asesinatos de gente desarmada, obligan a matarse entre familiares... Confusión de la gente, que se dejan llevar, y dejan los cadáveres insepultos;
- secuestro y asesinato de la señora d´Harcourt y el ingeniero Cañas, en su expedición a un parque nacional bosque de queñua;
- asalto a la mina de plata de La Esperanza, robo de explosivos. Consigue salvarse el doctor Paul Stirmsson, "Escarlatina", quien da a Lituma valiosa información sobre brujería y superticiones.

Carreño se enamora perdidamente
de ella, con quien hace el amor por vez primera, y a quién protege celosamente de toda amenaza.
Es perseguido por matar al Chancho y por desertor de la Guardia Civil; huye hasta dar con su dinero, 40000 dólares (que le da a Mercedes) y sus protectores, el gordo Iscariote, y sobre todo, su padrino, hombre poderoso.
Su padrino, posiblemente su padre (Carreño sólo tenía madre) consigue a Mercedes una cartilla electoral porque había perdido la suya y no podía salir del país, y ésta, con el consentimiento y el dinero de Carreño se marcha a EE.UU.
El padrino arregla también la situación de Carreño, reintegrándole en la Guardia Civil, y justificando la muerte del Chancho por colaborar con los colombianos.
Lituma esclarece el caso de las tres desapariciones gracias a la "bruja" Adriana y su marido el cantinero Dionisio, quienes están muy en contacto con las superticiones de los serranos:

- Mukis: demonios de la sierra, que matan mineros por allanar la cordillera.

Los asesinatos, por tanto, se deben a supersticiones de serranos y nada tienen que ver los del Sendero Luminoso, que causan otras muertes de las que no cabe ninguna duda. Esto se lo revela Adriana a Lituma.

El final es positivo en todos los casos:
- el Sendero no ha atacado la posta de los guardias civiles;
- el huayco ha parado la carretera y por lo tanto no habrá más sacrificios ni canibalismo (los brujos se comen a sus víctimas);
- y Mercedes regresa hasta allí, sola, ya enamorada de Carreño, para reencontrarse con él.
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